domingo, diciembre 22, 2024

    Fake news, un tema que no puede dejar de discutirse 

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    • Académicos de la Universidad de Berkeley, California hacen un análisis profundo sobre cómo debemos entender a los diversos medios de información, los algoritmos y el consumo de las fake news. 

    De acuerdo con un artículo de Edward Lempinen para Berkeley News, a pesar de que las fake news no son un tema nada nuevo, mantener la consciencia en ello podrá ayudar a prevenir a las nuevas generaciones que a su vez traen consigo nuevas apps y tecnologías.  

    Una forma de evitar los efectos dañinos que las fake news traen a la sociedad es entender cómo se esparcen y sus fines principales. “En comparación con hace 20 años, dicen los académicos de Berkeley, hay más medios de comunicación y muchos de ellos son ferozmente partidistas. Algunos políticos, especialmente de derecha, están distorsionando la verdad y mintiendo abiertamente, con pocas consecuencias.” 

    Las facilidades para tener un teléfono inteligente permite que nuestros intereses y opiniones no sólo estén vigilados, sino también sean un producto para alguien más. “Las herramientas y tácticas utilizadas por los comerciantes de desinformación pueden ser muy efectivas, tanto para cambiar de opinión como para generar ganancias. El impacto ha sido evidente en las elecciones recientes, en la larga campaña contra el virus COVID-19 y ahora en las guerras en Ucrania y Medio Oriente.”

    Estas fake news alimentadas económicamente tanto por partidos políticos –sobre todo conservadores– y empresas, necesitan de la interacción permanente para maximizar las ganancias, sin embargo, lo que más produce son aquellas reacciones que se manipulan con lenguaje emocional a través de noticias alarmantes y negativas. 

    “Las investigaciones muestran que en el clima político actual, los conflictos de extrema derecha venden. Un estudio de 2021 de Cybersecurity For Democracy encontró que las cuentas de extrema derecha que presentaban mucha desinformación generaban una participación de los usuarios a niveles muy superiores al promedio”, escribe Lempinen. 

    No obstante, hay soluciones y estas deben venir de la cooperación conjunta de las empresas de redes sociales pero también desde lo político. “Las plataformas de Internet podrían modificar voluntariamente sus sistemas para ofrecer menos desinformación y hacer que el contenido escandaloso sea menos viral. Los formuladores de políticas podrían brindar a las plataformas incentivos para promover un diálogo cívico más saludable” 

    Pero en sí, la voluntad de las empresas no es suficiente: “Cuando los incentivos fallan, [los políticos] podrían recurrir a una regulación estricta y a la amenaza de una costosa responsabilidad legal. Y, dijeron los académicos, es esencial que todos estemos educados para navegar por un entorno de falsedades deliberadas.Para más información consultarlafuente: Edward Lempinen, 15 de noviembre de 2023, “Disinformation nation: What can we do to crack the code?” [en línea], Berkeley News, URL: https://news.berkeley.edu/2023/11/15/disinformation-nation-what-can-we-do-to-crack-the-code

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