- La mortalidad total por pesca de tiburones aumentó de 76 millones a 80 millones de tiburones por año.
CONVERSUS IPN / Los avances científicos brindan herramientas para entender el funcionamiento de la naturaleza. La biología de la conservación propone métodos poco invasivos para estudiar procesos fisiológicos de especies relevantes como los tiburones y rayas. Tradicionalmente, el estudio de su fisiología requiere de técnicas invasivas o letales.
No obstante, las especies protegidas y menos abundantes como el tiburón blanco Carcharodon carcharias o la mantarraya gigante Mobula birostris, requieren de técnicas poco invasivas para estudiar su salud, sin la necesidad del sacrificio animal. Adicionalmente, los métodos poco invasivos son prácticos en áreas naturales protegidas, al reducir el impacto humano durante los monitoreos.
Las hormonas influyen el comportamiento, crecimiento, reproducción y estrés de los animales. Por tal razón, el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Texas Tech University (TTU) proponemos monitorear la salud de especies amenazadas, como los tiburones y rayas, mediante el estudio de sus hormonas en la piel, a través de un método poco invasivo.
El objetivo de la investigación del Cicimar, dirigida por los doctores Marcial Arellano-Martínez y Edgar Eduardo Becerril-García, del Laboratorio de Invertebrados Marinos, en colaboración con colegas politécnicos como los doctores Felipe Galván Magaña, Fernando Elorriaga Verplancken y Rogelio González Armas, la Texas Tech University y organizaciones de la sociedad civil, buscamos la manera de reducir, a lo mínimo posible, la cantidad de biopsia necesaria para realizar análisis hormonales en tiburones y rayas.
Lea la nota completa de Marcial Arellano-Martínez y Edgar Eduardo Becerril-García en Conversus